(Ojalá la poesía recreara la calidez de un abrazo)
No para ocupar espacios vacíos
ni para sobrevivir el tiempo en la oficina
es para crear de la nada ternura
aunque llegue al pecho como disparos.
Es para espantar fantasmas
o terminar enamorado con el corazón negro hecho cenizas.
El corazón caduco
y es que se niega a creerlo
a aceptarlo
a morir.
Sólo necesita para seguir viviendo
un lápiz y un papel para escribir su nombre.
