miércoles, 25 de abril de 2012

INDESTRUCTIBLE del álbum PIEDAD CIUDAD

Fotos de una revista play boy de Mayo del 2003 que revisaba con fines literarios y de divulgación
En las cuerdas de la stratocaster
Reverbera todo el universo
Y los versos que parecen muertos
 En tus labios pueden florecer



Grandote soñando con Clint Eastwood

lunes, 23 de abril de 2012

ANOCHE SOÑÈ CONTIGO

Con el sueño de anoche empezó tu derrumbe


mi decadencia

lo patético que soy.



A pesar de eso y hasta hoy, mi admiración, mi vacío, mi goce,

Mi tristeza por ti no logra disolverse.





Enamorado de Jennifer Melfi




En el día del cumpleaños de un compañero le pregunté si había visto la serie televisiva LOS SOPRANO – me dijo que no – Seguramente yo quería platicar de ella. Contarle a alguien que la Doctora Jennifer Melfi me gusta mucho.. Entonces le prometí que le regalaría la primera temporada en dvd…Antes de entregársela, el fin de semana volví a ver los primeros cuatro capítulos.

Me atrae, me fascina la inteligencia de Jennifer Melfi. Su seguridad, su capacidad de análisis, su sabiduría para conducir una platica, su prudencia, su asombro, sus piernas. Ella es la belleza a ultranza de lo sobrio. En el capitulo 4 La Doctora Melfi le contaba a su cita que cortó con un tonto una semana atrás:


“Es nuestra maldita culpa que no sepan como actuar (los hombres) Les decimos que sean más sensibles y ustedes se unen a los boy scouts. Les decimos que contacten a sus sentimientos y corren hacia los bosques en taparrabos embarrándose grasa de oso y golpeando tambores”

Su cita entiende lo que ella le cuenta y le dice:
“Quieres a alguien que sea sensible con tus necesidades pero con suficiente decisión para el ocasional manoseo en el closet”.


Ya entendí Jennifer.. No es mucho lo que pides (¿o si?). Quieres a alguien que no sea un patán, ni egoísta, ni estúpido, que te estimule intelectualmente, que te comprenda, que te apoye, que te toque y que te ame como la guapa e inteligente mujer que eres….


viernes, 20 de abril de 2012

Cómo ser feliz en bicicleta a los noventa años.



Odio aceptarlo y reconocerlo…. Post dedicado a “C” porque me gusta mucho. La miro con ojos de enamorado


Cumple quince años el cinco de diciembre, me dijo. Una Sagitario perfecta. Me inquietó que fuera tan real como para cumplir años. ¿Qué podría regalarle? Una bicicleta, dijo Rosa Cabarcas. Tiene que atravesar la ciudad dos veces al día para ir a pegar botones. Me mostró en la trastienda la bicicleta que usaba, y de verdad me pareció un cacharro indigno de una mujer tan bien amada. Sin embargo me conmovió como la prueba tangible de que Delgadina existía en la vida real.

Cuando fui a comprar la mejor bicicleta para ella no pude resistir la tentación de probarla y di algunas vueltas casuales en la rampa del almacén. Al vendedor que me preguntó la edad le contesté con la coquetería de la vejez: Voy a cumplir noventa y uno. El empleado dijo justo lo que yo quería: Pues representa veinte menos. Yo mismo no entendía cómo conservaba la práctica del colegio, y después a todo pecho con ínfulas del gran Caruso, por entre los bazares abigarrados y el tráfico demente del mercado público. La gente me miraba divertida, me incitaban a participar en la Vuelta a Colombia en silla de ruedas. Yo les hacía con la mano un saludo de navegante feliz sin interrumpir la canción. Esta semana, en homenaje a diciembre, escribí otra nota atrevida. Cómo ser feliz en bicicleta a los noventa años.






Gabriel García Marquez de Memoria de mis putas tristes

jueves, 19 de abril de 2012

¿A quien se las daba esta semana? A Salva Rodriguez


La velocidad sobre la bici te permite apreciar una flor, detenerte para escribir un verso, luego parar a tomar un café en algún lugar y escribir un poema…

De alguna manera encontraré un barco que me lleve a Europa

Libertad

De momento disfruto con esto y no encuentro razón para parar. La vida es maravillosa en una bicicleta así que si en la balanza ocurre algo que merezca la pena en que yo venda esta maravilla de vida, en que yo renuncie a mi libertad lo haré. Ocurra donde ocurra, en Arizona o en Ushuaia en donde sea pero es que ahora mismo no tengo ninguna.




La fiesta es ahí afuera y me la estoy perdiendo

La felicidad está dentro no está afuera. Si tú no sientes la vida dentro, no estás feliz.

No se puede vivir solo y yo estoy viajando solo pero no estoy solo. Constantemente estoy con gente y cuando estoy en la montaña me siento unido a la montaña y nunca, nunca me siento ajeno a gente que no tiene mi color de piel, que no tiene mi idioma, que no tiene mi religión y no me siento solo. Todos estamos unidos y solo hace falta un poquito romper el hielo para que eso se revele.






Las fotos:

http://fotoyphotoshop.blogspot.mx/2010/11/salvador-rodriguez-4-anos-en-bicicleta.html

y el blog de Salva donde hay muchas más fotos hermosas

http://unviajedecuento.weebly.com/

miércoles, 18 de abril de 2012

Concierto para Maru

Me divertí mucho escuchando guitarrazos y buenas voces en la sala de concierto “Silvestre Revueltas” Fui a escuchar música, a deleitarme, fui a abrir los sentidos…

No fui a un evento de los que a la mayoría le gusta, el acto social de amontonarse, aglutinarse, convertirse en el monstruo de mil cabezas, (la borregada pues) donde la mayoría de las veces lo que menos importa es ESCUCHAR la fidelidad del audio, ya ni digamos de la calidad y ejecución de los músicos; en esos eventos lo que importa es ser MASA.

Yo fui a escuchar lirica, retórica, letras elaboradas, preciosistas o simples y directas pero contundentes. Con los años Toussaint, Briseño y López suenan mucho mejor que en sus discos ya de otro siglo y de otro México. A Alfonso Andrè lo escuché con mucho más aplomo y dominio que el día de la presentación de su disco en el Voilà.

Una tarde de rock, de blues, de jazz, de música elaborada, inteligente y muy chida.


El rockero pazon, grandote, pelón, en pants, camiseta de algodón y tenis me
demostró que en el Rock se busca más PARECER que SER. Ese tipo traía toda la actitud del Rock.

Mi abuelita se quedó dormida.. Pero antes de eso me hizo feliz porque yo gritaba “UUUUUUU” y ella me seguía con un leve pero sincero y emocionado “uuuuuuuuuu”.
El rock no envejece… El cuero es el que se arruga nada más… (se lo escuché a Alex Lora)

Que viva el rock en vivo y en directo.