miércoles, 1 de diciembre de 2010

Diablo de la guarda / Hoy presentamos Me da pa mi calaverita

A Macy mi amiga # 1 por el año de vida de este blog y ser la única que lo visita

Hay situaciones, aromas, caricias, desprecios, sonrisas que no fueron para ti. A ti te estoy hablando que estás en la fila y nada más no llega tu turno. La fila del emparejamiento: Conejito con conejita, león con su domadora. Hay personas que vibran igual, que están en la misma frecuencia pero desafortunadamente no en la misma ciudad. Mariana esta al otro lado del mundo de Xavier. Mariana se sentía encerrada en una torre de un castillo europeo como en un irreal cuento de princesas. Deseaba y se erotizaba imaginando y esperando que un caballero soltero la sacara de su aburrimiento de sábado en la noche. Xavier no era un caballero, ni un príncipe (tal vez en otra vida un caballero águila o un príncipe precolombino) y subía al internet sus poemas que lo aliviaban como pastillas efervescentes en sus horarios hábiles de oficina. Idea que sacó de su película favorita The club fight .,Mariana se puso en contacto con el inspirado poeta. Poema que publicaba en la red, ella lo asimilaba y se lo hacía saber. Mariana aceptó que lo suyo no eran príncipes ni caballeros, le sedujo la idea de seducir a un ángel malvado o a un demonio bueno… Para encontrarse fuera del mundo virtual tuvieron que coincidir en gustos musicales. Mariana lo miraba aquella primera vez deslumbrada, a Xavier le enterneció la manera en que ella mostraba nerviosismo. Se sintió como un escritor galardonado y afamado llegando a un país lejano y recibido por una admiradora, una gran admiradora. Que le mostró la plaza de la ciudad y lo llevó de un barsito tranquilo a una cantina bulliciosa. Fue el alcohol o fue ese efecto de ser aceptado, idolatrado, chuleado. Xavier no lo sabe y de los besos apasionados pasaron a la entrega total.
Al otro día Mariana quería que te quedaras en el reino, en ese país lejano. Tú volviste a tu ciudad, a tu reino de soledad. No volviste como un conquistador. Volviste intranquilo: Hay situaciones, aromas, caricias, desprecios, sonrisas que no fueron para ti. Te equivocaste de Reino y como dictó el poeta Se equivocó la paloma, se equivocaba…