martes, 21 de diciembre de 2010

¿Como ves?









La región más trasparente la leí hace 15 años y ayer escuché por la radio al autor Carlos Fuentes. Reconoció que esa Ciudad de México ya no existe. Ixca Cienfuegos en un cabaretito besándose con un putete (eso te faltó Fuentes en tu novela) eres bien acá Carlos, bien quien sabe como….¡Ya puto saca las chelas!. ¿A que hora sale Jaime López? ¡Ya no seas tan apretada “Dar por un querer la vida misma eso es cariño no lo que hay dentro de ti” No mames y sale el Rockdrigo!!! Esta película es la onda, era para verla en el Cine Carrusel con un buen gallo y unas caguamas. Se me antoja Real de Catorce, pinche José Cruz eres un putopoeta… Saludos al Tío Martí, a Tin-tan y al Pillo (así como Sonidero) En un toquín del Tri se baila más chido que en Pulp Fiction de Tarantino


Triste Canción de amor. Debe ser la canción representativa del rock mexicano. Canción triste, poesía rota…El poema que el poeta nunca escribió. Es una canción que nació en algún barrio de la ciudad de México, nació bajo el sol de la antigua Tenochtitlan y seguramente celebraron su llegada al mundo con unas chelas bien muertas. Un amor inconcluso, un amor inexistente, una derrota eterna que no se le escapa ni a los futbolistas, una noche triste.. pero porque triste!!!! si era para celebrar senda madriza a los españoles y sus aliados tlaxcaltecas. Ella es como el mar, Él es como la luna…..Aunque unan sus vidas será por siempre dar vida a una triste canción de amor… porque al final y al principio Ella existió sólo en un sueño…..


Blanca Guerra desnuda
- Hueles fresca
- Es que soy sirena
Película feísima como el chavo de 13 años con el chemo en el bote de frutsi. El chavo feísimo escucha en un hoyo fonky a Cecilia Tousseint con “La primera calle de la soledad”… Mete un metro en el boleto naranjado a media realidad te bajas ¡Que país!….


Préstame para el hotel, te lo pago con intereses….Blanca Guerra bailando cumbias en Tacubaya con una chamarra horripilante. Reina azteca altiva, bellísima. Pinches reinas europeas descoloridas y con cara de mensas.
Salgo a la calle crudísimo con mi abrigo, mis lentes negros y mi actitud distinguidísima. ¡No Mames los Caifanes! Me dice la banda de la esquina