martes, 6 de septiembre de 2011

LA GUAPA, LA ALTIVA SOLEDAD

A lo lejos otro corazón fulminado
y millones de lagrimas cayendo en la ciudad.


Relámpagos toda la noche
podía imaginar cuerpos partidos en dos
corazones chamuscados
y almas rotas en este valle de lagrimas.

Me gustaría pasar la tarde leyendo a Manuel Vicent
estar recostado junto al cuerpo de Sharim
mientras afuera todo es un caos
y el llanto no permite volar.

Me gustaría que me cuente de sus libros
que desdeñara cualquier intento mío por parecer gris y melancólico
sus sueños son una fábula
y como niño voy coloreando, armando y sintiendo cada palabra.
Me gustan sus piernas
y quisiera ser mi gato Caramelo para sin un dejo de rubor
acurrucarme, ronronear
mostrarle mi mejor estilo para agarrar calor.

Los flashes siguen cayendo
y el café a tu lado sabe a lo que los gurmets dicen que sabe.
ahora comprendo el poder del ahora
y la tristeza del infinito que no puede sujetar algo para siempre.

Amo tu forma de andar
se lo he dicho a los borrachos de la esquina.
lo he dicho desde siempre
Amo tu forma de andar más que una bandera
o todos mis regalos
más que una verdad
o tratar de entender que todo cambia y todo llega.

Doña soledad me ha soltado la mano
y salgo a correr aunque este lloviendo.





Con el Santo niño de Pochutla