lunes, 25 de julio de 2011

FLOR

Un desierto es mi vida desde que te perdí
He creado un desierto en mí y no hay árbol que dé sombra
una flor que me pueble…una flor que me pueda.

Me asomo al presente y no hay tarde que no me despida de ti.
No hay quien entre, ya no hay nadie
Creo que mi vida árida no le interesa, sin embargo hay belleza donde menos te imaginas

Salí de la barranca con dolor
Hay un espejo en el fondo de la barranca
y del espanto se me paralizaron las piernas
¿Que vi? Vi a un poeta, a un demonio, a un monstruo.

Dejé el estado de Chihuahua abordo del ferrocarril
Han pasado muchos años
Mi cuerpo es un desierto
un ágil, impenetrable, denso, radiante, inhóspito, agreste; sobre todo agreste desierto.

No crece una ilusión
Y cuando llega a florecer por accidente
por descuido
por estación
por calendario una ilusión, muere porque es difícil sobrevivir en mí.