No canté. No hubo Garibaldi con mariachis con son del dolor a las 2 de la tarde. En fin no hubo drama.
Salí a volar un papalote en el parque, salí con mi perro “Grandote” Intente llevar la felicidad mas allá intentando alcanzar la cometa, pero Grandote quería volver a casa.
Mis “Dulces sueños” “¿Ya comiste?” ¿”Quieres ir al teatro?” “Te hice una sopa” “¿Cómo está tía Chofi?” “Fui por las tortillas” “¡Qué guapa!” “¡No soporto a ese tío!” Mis “¿Quieres ir por un café o por helado?” “¿Te gusta este poema?”…Jamás, nunca existieron.
Hubo influencia tuya, total influencia de tu caminar, de tu cabello, de la forma en que te sentabas en la oficina, influencia de tu extraña y linda mirada. No veía, no escuchaba… sólo soñaba.
No me siento corrido de una fiesta a las 4 de la mañana, ni siento que haya perdido algo, no me siento incompleto, no estoy en un terreno desconocido.
Este espía te amó y como no supo como amarte; pues te amó de más, demasiado, mucho, bastante.
Ver como das un besito, como das cariñitos; Lo afortunado que es él al besarte plenamente.
Y sí si hubo música, hubo Sabina, hubo Fito Páez, canté como Miguel Ríos, guitarreé como Jaime López, enloqueci y bebí de más como Charly García no en Garibaldi sino en la sala de mi departamento donde te escribí tanto, donde te quise tanto…..
