jueves, 4 de julio de 2013

Me gusta correr, me gustas tú….

7 de la mañana del 4 de Julio del 2013 Una mañana nublada un poquito fría. Comienzo el entrenamiento a un lado de la entrada del zoológico de Chapultepec, avanzo para por el lado viejo del bosque, entro a “la hormiga” un lugarcito con 3 juegos para niños y un área verde muy buena para correr. Al lado está una entrada custodiada por militares pues según ahí vive el presidente de México. Seguí para ascender el cerro del Chapulín y coronar el esfuerzo a la entrada del Palacio de verano más hermoso del país. En el asenso vi, vi, vi a una mujer hermosa, morena y con unas facciones delicadas, su paso de bajada era tan estético y vigoroso, una mujer atlética, felina, destacaba su cintura envuelta en ese outfit (costoso) de sudadera verde que hacía resaltar su encantadora tez morena. De regreso la volví a ver de frente y comprobé que ELLA no es de modas, que realmente siente esta pasión por salir a correr y sentir. No sólo se trata de dominguear, de ir por medallas y playeras y presumir en internet carreritas moleras. La morena de gorra nike era bella, endemoniadamente bella, bella, bella.


De bajada me encontré con los baños de Moctezuma, donde empezaba el manantial de agua dulce de la ciudad del ombligo de la luna. Vi a los ahuehuetes, pasé por la avenida de los poetas y seguía pensando en la belleza corredora, y el momento en que volteé a ver su trasero y vi la huella húmeda del sudor de su espalda, de su fina espalda; tragué saliva, hice un sprint para aprovechar el corazón acelerado.



Terminar el entrenamiento en un baño de vapor, la versión moderna del temazcal mexicano, purificador de la piel, (y también del alma).



La vida ofrece día a día esos flashes de belleza: La atleta entrenando cuestas en el cerro del chapulín.