miércoles, 9 de abril de 2014

El cuarteto Latinoamericano en el Palacio de Bellas Artes..Belleza y denzura

 Belleza pura, diluida, en suave brisa, desciende sobre mí y se filtra, penetra mi piel. Atmosférica, entra en los pulmones, se respira..




Camino al Palacio de Bellas Artes desde el Circuito Interior, en Rivera de San Cosme empiezo a caminar, mi referencia es la Torre latinoamericana, me dirijo hacia allá. Vendedores ambulantes, desorden, mercancías chafas, chacharitas, y el ambiente es pesado, sigo y cruzo Insurgentes y en Puente de Alvarado veo prostitución, una o uno me llama la atención, no sé que es. Y el ambiente es más denso aún. Desde aquí se ve la curvatura del mundo, se hace más pequeña la Torre latino. Y la cúpula del Palacio de Bellas Artes brilla. El centro de la Ciudad de México es salvaje, denso y pesado. Y la cúpula parece brillar como en una película del espacio, brilla como una cúpula en el desierto, parece brillar desde otro país mágico. Al llegar a Reforma e Hidalgo granaderos marchan presurosos a contener o atacar, guerreros aztecas, policía azteca. Y la vibra es más densa, más pesada mezclada con los sonidos de sirenas.





Belleza pura, diluida, en suave brisa, desciende sobre mí y se filtra, penetra mi piel. Atmosférica, entra en los pulmones, se respira..



El cuarteto Latinoamericano de cuerdas en el Palacio de Bellas Artes… con su música envuelve la flor misteriosa, me sustrae de la barbarie del Centro de la Ciudad, del terror, de la oscuridad, de la violencia, de la locura, la prisa, la desesperanza… y lo transforma en belleza… Belleza total, pureza..





  Intermedio (ella lee)
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