jueves, 9 de agosto de 2012

Yves Saint Laurent & Pierre Bergé. L amour fou / Porte de príncipe y rostro melancólico de poeta

Libros en la sala, libros en las mesas laterales, libros en la recamara, libros en las mesitas rinconeras. libros, libros en todos lados de la casa.



Yves Saint Laurent: Iconoclasta, irreverente, enigmático, TRANSGRESOR…contestatario (mira que llamarle a un perfume “opio”), creador de alta costura fantástica; basada en la fantasía y en al arte pictórico de Brancusi, Picasso, Goya, Cézanne, Degas, Mondrian, Warhol, Braque, Matisse.



Un genio sumido en una permanente depresión nerviosa

“todo va mal y empeora… sólo el muerto toca fondo”. La soledad, el sufrimiento sólo puede ir peor y peor y peor”

El brillo de sus ojos desaparece, su mirada se vuelve oscura y al mismo tiempo su timidez se agudiza y se incrementa hasta el mismo día de su muerte.

En el documental, el desfile de las 300 modelos de los cinco continentes portando 300 de sus mejores creaciones. El Mondrian Dress de 1965 se distinguía entre todos. Sobresalía como “un frijol en el arroz” Las imágenes son sublimes del desfile en el mundial de Francia 1998, me dejó boquiabierto.. Tanta belleza, los colores, la exaltación del glamour, de la estética, del arte. Y remata formando la rúbrica, su escudo heráldico sobre el campo de juego: YSL.



“el mejor encuentro.. es el encuentro con uno mismo..”

Siempre ando fantaseando, soñando despierto que encontraré a alguien, vivo en la luna, idealizo personas, les pongo atributos (a veces) inexistentes. Y sigo y ya estoy cansado… “el mejor encuentro.. es el encuentro con uno mismo..” Mira quien dijo esto, un maniaco-depresivo. Un solitario, un antisocial, un genio extravagante, un intelectual sofisticado, un gentil ser humano. Un neurótico detallista. Un apasionado del buen gusto. Cuando se encontró así mismo dejó de sentir placer por la compañía de los demás y se encerró en sí mismo. Desilusiones constantes, expectativas fallidas, ataques de ansiedad, Valium, estimulantes, iba y venía del manicomio. En su juventud bajo un velo de timidez que era falsa, había gallardía y desafío tras esos lentes y ese atuendo de príncipe intelectual.

Era bello, místico en su mirada, envejeció con un look de chamán Parisino.

Modificó la realidad y la percepción colectiva del vestir. Visionario. Genio. Artista.





Epílogo. A partir de hoy usaré “Opium for men”