jueves, 9 de agosto de 2012

LA EDAD DE LA PUNZADA / No somos más que dos cocacolitas en el supermercado del amor

406 páginas que me hicieron reír. La última (la 407) me hizo un nudo en la garganta y me hizo llorar. Aunque de inmediato corté el llanto, lo reprimí.


LA EDAD DE LA PUNZADA Me trajo tantos recuerdos de mi vida, de un mundo que ya no existe. Al igual que Xavier ya no vivo en la calle donde crecí. Me expulsaron de una escuela (la de teatro), reprobé un año (aunque mamá peleó con argumentos y convicción que se me diera acceso e ingreso al cuarto año de primaria).



La última página del libro con la dedicatoria me devastó. Me angustió, saber que la persona que me quiere más en el mundo un día desaparezca. La que ha hecho de todo para defenderme, para buscarme, para encontrarme, para salvarme.


Me ha regañado, (me sigue regañando, ya más leve; claro).

Alicia (la mamá de Xavier) ya no existe, ya no se le ve por aquí. Seguro que se enteraría al leer este libro de tantas barbaridades que Xavier cometió en el INSTIPUTO.

Yo igual que él era súper travieso y enamoradizo. Vivía en la enamorósfera.

En historias de perros, también quedé traumado.

De la cárcel.. Sólo viví algo, fue con un amigo (el Chino) y así pude recordar ese terrible lugar. En el TRIBILÍN no. por suerte no caí ahí.


Risa y risa me la pasé al leer este libro. Y así creo que debo seguir viviendo en este mundo terrible y oscuro. Ya sé que nada es para siempre y que las dos personas que más quiero en el mundo algún día se irán. Y esos días fatales sucederán…. ¡Que miedo!. Mientras tanto no perderme en el desasosiego y amar. Simplemente AMAR.














Mis sueños eran tan idiotas como un romance entre cocacolitas..