lunes, 16 de noviembre de 2009

Tequila. Jalisco. gracias Totales!!!







Una fila con doce niños estirando sus manitas para chocar sus palmas con la del corredor, sentí su energía, su emoción; fue un momento maravilloso. Afuera de sus casas la gente aplaudía, apoyaba, echaba porras a todos los corredores, yo devolvía tan noble gesto con una sonrisa y un “gracias” Durante la carrera antes de llegar al kilómetro 10 puse atención a una canción de Jaime López. Había leído alguna vez que en sus inicios su papa lo escucho cantar y su comentario fue: cantas “tristón”… No bien, no mal “tristón”.. Lo escuche bien. “Aullando” desde la parte primitiva, con un dulce dolor, cantándole a ella, trayéndola en esa canción, exponiéndola en esa canción, cantando desde el alma a ella, la que talvez ya no pueda o no quiera mencionar. El paisaje era el escenario perfecto; un paisaje triste y hermoso, infinito como el amor. Nostálgico en toda su magnitud. Me sentí parte y en casa. Me sentí libre y feliz de extender las alas, me fascino ser parte de un “rompecabezas”, una partecita, una ficha, que es parte de un todo y sirves para hacer un total, una visión completa, un momento. Sentí que no tenia limites, eso de estar limitado es complejo y complicado, pero ahí entendí que mi forma de escribir, mi estilo es “tristón”. Mi poesía esta hecha de gritos, de reclamos, S.O.S, de plegarias, de sueños, de miedos, de anhelos, acciones, verbos materializados, sonrisas, miradas, dolores… Sucede que mis poesías se acomodaron en el paisaje y se posaron en los cerros, en los campos de agave azul; majestuosos agaves. Fueron mis poesías árboles solitarios y tristones y entendí también que se trata de soltar de dejar, de fluir y fue mi poesía la que le puso mas azul al azul y se volvió tierra y pasto de las llanuras, cerros, el verde y el azul me ampliaron, me hicieron una onda, una luz, algo que se expande y circula y viaja. Creo que el mundo interior se tornó exterior. Infinito amor fue algo que mi amiga escribió hace poco y también recalcó la virtud de esa canción de Chávez “Por ti el infierno es amor tan eterno, el infierno es amor”. Al recorrer Tequila, Jalisco por su carretera, por sus cerros y sus calles…No corría, no un cuerpo biomecánico, no era una nave, no un mecanismo, hacer las cosas con amor me hacía viajar, hubo momentos en que no sentí el cuerpo, las piernas no me servían para que? Si tengo alas..Correr no me empujaba adelante….era el amor esa fuerza que hace la diferencia entre volar y correr.