Venía de mi sexto maratón en Torreón, hice mi mejor tiempo 3 horas 21 minutos. Descansé una semana de los dolores de mis piernas y al séptimo día volví a correr.
Salí de la ciudad de México a las 12 de la noche. No pude dormir en el bus. Llegamos a las 6 en punto de la mañana al hotel de Poza Rica.
Me instalé en la habitación y acaso pude dormir 40 minutos entre pesadillas y cansancio.
El Bus nos llevó a un paseo a la playa de Tecolutla y también hicimos un recorrido en lancha por los manglares, vimos la extensa biodiversidad animal (una garza, dos cangrejos y un pajarraco) también a unos pequeños lagartos atracción y gancho de vendedores de refrescos, cervezas, chicharrones y nieves de coco.
Caminé por la paya gris y contemplé el cielo gris. Di por casualidad con el museo comunitario y conocí el cráneo y hocico del monstruo marino de Tecolutla. Alimentó mi fantasía y mi maravilla por lo desconocido.
Más tarde en Papantla presencié en todo su esplendor a los hombres pájaro y su vuelo para que llueva, para que la vida continúe.
Otra hora más de regreso en autobús a Poza Rica y…. cambio de horario. Mi compañero de habitación un viejo integrante de la PGR “pura gente ruca” y del FBI “Fuerza básica del INSEN” (él lo dijo; lo juro) pidió que por teléfono nos despertasen a las 4:30…Confíe en el viejo xochimilca (porque es orgullosamente de Xochimilco) se despertaría.. ya que ya no uso teléfono portátil. El despertador sonó.. a las 3:30.. y ya no pude conciliar el sueño… Bajé al lobby a las 5 en punto.. Tomé dos americanos y salimos a las 5:20 para Papantla (otra vez) La salida era a las 7 AM y llegamos a las 6. Un sillón destartalado en la presidencia municipal fue mi amigo para matar el tiempo, de vez en vez veía a una corredora que por el tono de su voz deduje era norteña, era preciosa, bajita y nalgona.. Ella hacía movimientos de elongación.. yo guardaba fuerzas.. Ella haría 10 k lo supe por su pulsera distintiva …por supuesto que yo iba por 42 k.
7:07 la salida del maratón y me sentía bien. Un clima húmedo y a la hora ya estaba empapado. La ruta muy dura, asfalto de carretera, terrible para las rodillas. Ruta llena de columpios, bajadas y subidas.. en el kilometro 31 me encontré con la pared. Ya no me permitió trotar, dolor intenso.. Caminé dignamente hasta la meta y tomé algunas fotografías del Tajín.
Dientones
Sólo de estás aguas pudo salir un monstruo
Diva de medio maratón
Monstruo marino de Tecolutla
