viernes, 8 de marzo de 2013

Tal vez me lo busqué...

Me llama a esa hora


“Cuando el alma necesita un cuerpo que acariciar”

Me llama a la hora perfecta para acompañarnos

A la que hora en que se escucha en su justa dimensión su risa

A través de la bocina nada la distorsiona

nada la empaña

nada la distrae



Me llama y en esa hora resucito ansioso de escuchar su voz

Y a través de su voz

Desearla mucho más

Quererla mucho más.

En la ciudad es la única mujer,

la única enamorada

la semidiosa

la simpática al teléfono en otro punto de la ciudad de la furia.



De noche, a las 11 de la noche

me toca el corazón el timbre del teléfono

acostado en este cuarto oscuro

en esta soledad

esta aplastante soledad

Ella seguramente estará sola

Seguramente también estará en celo

¿por qué no me hablas?



¿Será porque yo no quiero hablar?

Me está aplicando la misma dulce tortura

El: yo si quiero conocerte y tú no a mi

No sé quien sea la que marca a esa hora de la noche cuando estaría bien estar juntos.



Despedir la realidad al cerrar los ojos

Mañana habrá otra luna

Otro sol.

¡No vuelvas a llamar!

Para matarme poco a poco con la intriga de saber quién eres



En la ciudad de la furia otro crimen quedará sin resolver.