miércoles, 14 de noviembre de 2012

ERA EL AMOR COMO UN SIMIO Y VICEVERSA


Engañabobos y bobos




La sala del teatro Sergio Magaña estaba ayer por la noche semi llena de personas con un leve retraso mental, espectadores dicen ser, ¿Qué estaban viendo? ¿La Familia Peluche?...



El personaje que interpretó el actor Luis Miguel Molina era un “joven-niño” de 36 años con un retraso mental. Era ingenuo, inocente y bobo. Ve muchas películas en la televisión y eso es su referencia de la vida real, le ayuda a entender sus propias vivencias y recuerdos.



Una ciudad peligrosa, atascada de engañabobos con altavoces, engañabobos con uniformes, y uno más sinvergüenza el engañabobos motivador con licencia de la empresa multinacional hamburguesera, engañabobos que te endilgan, abusan y te hacen creer que vas a ser responsable de un embarazo, engañabobos que supuestamente quieren lo mejor para ti, quieren tus pertenencias, tu ciudad.

Yo no vi una historia de amor..


Público de fácil y escandalosa risa. Publico estúpido... risotadas, risas vulgares, abruptas, estrepitosas, groseras. (no TODO el publico) No respetan a los demás, los que realmente quieren conectarse con las ideas del guion, con la devolución creativa de los actores y penetrar en la situación.


Una obra de teatro con 3 personajes miserables en una ciudad caótica, sobrepoblada y con crisis económica y social.

Atentados, violencia, sed, hambre, mezcla de culturas y razas.. una bomba.


Los letreritos (Multimedia) ubicaban una estación de trenes, el metro subterráneo, la calle…y terminé aborreciéndolos – tendenciosos, pretenciosos ya muy desgastados y manoseados.



“La sabiduría me persigue pero yo soy más rápido”

“La iglesia que ilumina es la iglesia que arde”



Momento clímax. lleno de ignorancia, de prejuicios, de rechazo y de regaño.

“Los negros vienen de los simios y los demás venimos de Adán y Eva”




Bien por los actores. Bien por la dirección y bien por el guion.
Mal el público (No todos)

luna de Noviembre