martes, 13 de julio de 2010

El espía que te amó 8


Me quedé helado… Después de mucho tiempo volví a la noche, las luces de la ciudad eran lo suficientemente estimulantes, más que el alcohol y el cigarro, más que la compañía de esa noche. Ya he superado la desilusión que me provoca la gente al no esperar nada de nadie. Miro la bocanada y recuerdo que es mejor dar que recibir. Mi compañía me tomó la mano y me sacó a la calle, mi corazón despertó de un largo sueño. Supuse y aunque he aprendido que es malo, que es terrible suponer, supuse que me conduciría a un lugar ideal para regalarme un beso. Algo me hizo voltear, algo llamó mi atención, una fuerza, una energía…. ¿una pasión?.. y la vi, la vi sentada en el parabús de enfrente, era ella no había duda, era (S) a la que he espiado, a la que amó secretamente. Vestida de negro con su total onda “darkie” escuchaba atenta y divertida el relato de su acompañante y entonces escuché su risa. Ella después de beber le pasó la botella de cerveza. Yo solté la mano de mi compañía, estaba helado…. me di la vuelta y volé de ahí.