martes, 11 de agosto de 2009

Hoy, mi cama amaneció sin ti



Hoy, mi cama amaneció sin ti
me sentí frío, sin ganas de escribir
con ganas de ser como los demás

También amanecí un poco sin mi
rápido escribí cien veces “soy como los demás no me duele demasiado”

El fantasma que dejaste
se fue de la cama
lo retuve seis meses
no me había dado cuenta que también
me había dejado de querer

la cama de mis temores
la sabana marina
almohadas de hielo
su voz encerrada en la recamara de mis sueños

Me sentí tan mal de repente
estaba tranquilo
besando la soledad
feliz de estar en la cama de mis temores;
como estar en la luna.
Las almohadas de hielo; senda de besos indiferentes
que con el tiempo les voy agarrando el sabor.

la soledad encerrada en la habitación de mi corazón
invariablemente le falta una linda bufanda
un bonito abrigo, un labial distinto
y decirme cosas chistosas.