Dedicado al Príncipe de la canción
No puede negarlo le encanta su voz, una dulce voz de mujer. No puede mentir le atrae su vulnerabilidad, se derrite ante su fragilidad. ¡No puedo más, no puedo más.! Se dice Xavier. Como en un sitio en una batalla, aguantó hasta donde pudo, antes de rendirse y entregarse.
Su triste cuerpo
Fue la alcoba nupcial y nadie
Escribirá la dicha y el tormento
Del amor más terrible
Que es el amor propio.
Xavier se ha acostumbrado a la soledad.
No ambicionar
La aprobación de nadie,
No suplicarle a nadie: entiéndeme,
Tienes que comprenderme, soy falible, perdóname.
Dar mi corazón..Ponerme de a pechito. Cantar las cursis, intensas, rosas, dramáticas, extremistas canciones de José-José.
Tal vez estoy esperando la perfección…es imposible; ya la tuve, estuvo conmigo, me amó y yo la amé… jamás se repetirá..nunca, nunca, nunca-jamás.