lunes, 4 de octubre de 2010
Los girasoles ciegos
Un sábado al mediodía esperando en la banqueta. Pasó frente a mí una flaca, emitía un rayo de luz del color del deseo, un halo de lujuria, una radiación de tan femenina que hubo en mi una reacción química y seguí con la mirada cada paso, cada meneo, cada contoneó y entonces creí en las sirenas, las hadas, las brujas, los ángeles..Y ella cadenciosa, alegre y sabedora de sus encantos se alejaba con sus tentadoras caderas.. La flaca la vi alejarse y mi corazón temblaba y mi sangre hervía…
El domingo vi “Los girasoles ciegos” y las actuaciones me impresionaron, me hicieron pasar un buen rato aunque la historia se desarrollaba en una España tensa, dictatorial. “Me quieren matar por lo que pienso”…Dice Ricardo. “Se aleja, la veo irse, mueve las caderas, yo me tenso” dice el diacono Salvador sobre la que él cree viuda, y fantasea y se obsesiona, de la guapa Maribel Verdú que a veces parece exagerada en sus reacciones…Pero pensándolo bien fue brillante su actuación. Los girasoles ciegos andan desorientados, no ven la luz del sol, andan perdidos…” Ves y no ves”…Odio que me digan “Porque tú no quieres” “Eso crees tú” “Que no te das cuenta”… Creo que yo soy un girasol ciego.