
Me despierto en el alba soñando no sé qué desayuno con lluvia y te recuerdo en el café.
Soñé tu figura lejos, esperando en los suburbios del olvido (Penélope) y me vi solo, zarpando en barcos de oro que llené con regalos para ti y luego vi que por celos el mar de mis tormentos. Se tragaba el barco, el tesoro y aquel loco que era yo y todo naufragó.